Carta a Mi Adorable Niño Autista

Cuando naciste, pensé que sólo me convertiría en mamá, pero me quedé corta hijo, me convertiste en muchísimo más que eso, me convertiste en tu mamá y en tu enfermera, en una investigadora, en una maestra, en una profesional, en una psicóloga, en una terapeuta.

Me hiciste más empática y realista, sacaste a la luz mi más profundos temores y debilidades, pero también expusiste con todas tus fuerzas las mayores de mis fortalezas, pude ver y alcanzar aquello que nunca creí lograr, me mostraste lugares a los que jamás pensé llegar.

Me hiciste una persona más llena de amor, más comprensiva, más paciente, derribaste paradigmas que habían en mi cabeza y me hiciste entender que la diversidad existe.... Tal vez lo entendía de palabras, pero no lo había palpado con mis propias manos, me ayudaste a entenderlo con el corazón y puedo decirte hoy, es lo más hermoso que me ha pasado.

Tú, en medio de tus virtudes y tus barreras me hiciste mucho más que una mamá, me hiciste un verdadero ser humano, con más amor, compasión, comprensión, con ojos que pueden ver más allá de lo evidente. 

Gracias hijo, te amo.